La comparación es el ladrón de la alegría. Siempre vuelvo a esta cita para evaluarme cuando siento que estoy comparando mi vida con la de alguien más. La mente es confusa porque puedo haber trabajado arduamente para lograr todo lo que quería, pero en el momento en que me comparo con un compañero que parece estar mejor que yo, invalida todo lo que construí para mí misma.
Esto es algo en lo que he tenido que trabajar muy duro, pero todavía siento envidia a veces y veo resurgir mis antiguas inseguridades cuando siento que no estoy a la altura de algo o de alguien que está más avanzado en mi camino. No es una buena sensación estar en ese estado de vulnerabilidad porque puede distorsionar nuestra imagen de nosotros mismos y afectar nuestra confianza.
Comparación sin sentido
Intento mantenerme en mi propio camino tanto como sea posible, pero a veces es inevitable porque nuestra sociedad, e incluso nuestras propias familias, nos compararán con los demás. Desde que era niña siempre me compararon con mi hermana mayor y viceversa. Ella es una estudiante sobresaliente, hermosa y talentosa en todo lo que emprende, simplemente tiene todo a su favor.
Compararme a mí y a mi hermana sería como comparar manzanas y naranjas, es simplemente imposible comparar dos cosas completamente diferentes, y menos aún a dos seres humanos únicos y complejos. Esto no solo se aplica a mi hermana y a mí, sino también a todos nosotros. Me doy cuenta de que solo cuando intentamos encajar en el molde de otra persona es cuando vemos nuestras deficiencias y sentimos que no somos lo suficientemente buenos.
El impacto de las redes sociales
Siento que las redes sociales han exacerbado esto. Sabemos que las redes sociales son solo un resumen de los mejores momentos de la vida de todos, pero al mismo tiempo, es difícil cuando ves imágenes perfectamente seleccionadas de personas que parecen tener sus vidas completamente resueltas, mientras te ves a ti mismo y sientes que tu vida no está a la altura de la suya.
Ya sea que comparemos nuestra apariencia, nuestro estatus social, nuestras relaciones o cosas materiales, siento que nos afecta profundamente en nuestra parte más vulnerable y no es un buen lugar para estar. Esta es la raíz de nuestras inseguridades y la insatisfacción con nuestras propias vidas, hasta el punto en que no podemos ignorarlo más.
Mantén la autenticidad
Me enorgullezco de no dejarme influenciar fácilmente, pero también he sido muy influenciada por las redes sociales. Soy culpable de comprar cosas porque alguien a quien admiro las tiene o las recomendó, de planear viajes en los que realmente no estaba interesada, pero que se veían geniales en las fotos, incluso de establecer metas que no eran mías, simplemente porque sentía que todos estaban haciéndolo.
No creo que compararnos siempre sea algo malo, creo que a veces puede ser realmente útil, ya que nos puede dar pistas sobre lo que queremos y cómo alcanzarlo. Sin embargo, basar únicamente nuestras decisiones y nuestro autovalor en los demás puede tener un impacto negativo. Nos puede hacer dudar de nuestras decisiones, sentirnos celosos o competitivos.
En lugar de compararnos, podemos elegir reconocer nuestros talentos y atributos. En lugar de sentir envidia, aprendamos a estar genuinamente felices por los demás. En lugar de sentir inseguridad, celebremos nuestra singularidad. Creo que es importante permitirnos sentir, pero también avanzar y aprovechar cada comparación como una oportunidad para amarnos a nosotros mismos.