La moda lenta es una reacción al movimiento de la moda rápida, es un esfuerzo por detener las cadenas de suministro complejas, la sobreproducción y el consumo excesivo. En el pasado, las grandes tiendas solían lanzar dos colecciones, pero ahora producen 52 colecciones o microtemporadas por año. Esto ha llevado a optimizar ciertos aspectos de la cadena de suministro, diseñando y fabricando la ropa rápidamente y de manera económica para que los consumidores la compren a un precio barato.
La presión para reducir los costos y acelerar el tiempo de producción sin duda ha estado relacionada con impactos ambientales negativos, como la contaminación del agua, el uso de textiles baratos y tóxicos, y salarios injustos, por nombrar algunos. Es posible que hayas oído hablar del documental «True Cost», que fue un gran despertar para mí y una de las razones por las que empecé a investigar sobre la moda lenta. Lo recomiendo mucho si quieres tener una mejor idea del impacto social y ambiental de la moda rápida.
La moda lenta es un movimiento contrario al modelo de negocio de la moda rápida, que enfatiza la creación, el diseño y la compra de prendas duraderas, utilizando materiales de alta calidad que perdurarán con un mínimo impacto ambiental, como lino, algodón orgánico y materiales reciclados. Además de ser respetuosa con el medio ambiente, me encanta que la moda lenta preste atención a la producción de ropa internamente o localmente, lo que brinda un control total sobre el proceso de la cadena de suministro y las condiciones laborales.
Desde el punto de vista ético, no hay duda de que la moda lenta está más en línea con mis propios valores. Sin embargo, al principio algo que me desanimaba un poco era que parecía un mercado muy exclusivo. A simple vista, la moda lenta puede parecer que se trata de tener un estilo o un guardarropa específico, comprar solo artículos hechos a mano en boutiques o comprar solo de marcas de moda sostenible. Incluso algunas palabras de moda relacionadas con la moda lenta pueden parecer intimidantes, como moda ética, moda sostenible, guardarropa cápsula. Al principio me sentí abrumada, pero al investigar más sobre la moda lenta, me di cuenta de que no es tan simple. Por supuesto, hay muchas áreas de superposición en estas subcategorías, pero en general, la moda lenta se trata de reconsiderar nuestra relación con nuestras prendas. Se enfatiza más en cómo compramos que en dónde compramos.
Podemos practicar la moda lenta con cualquier presupuesto. Por supuesto, no hay una sola manera de hacerlo, pero esta es mi forma de acercarme a la moda lenta: cambiar nuestra mentalidad de gratificación instantánea y materialismo a hábitos de moda un poco más suaves para el planeta y las personas. A continuación, compartiré algunos consejos fáciles y prácticos que pueden ayudarte a comenzar en el viaje de la moda lenta.
1. Conoce tus desencadenantes de compra
Si tienes la tendencia a comprar con frecuencia, es útil conocer qué te desencadena. Me vi obligada a darme de baja de todos los correos electrónicos de marketing que recibía, ya que siempre recibía alertas sobre promociones y ofertas, y aunque no necesitara algo, siempre sentía la tentación de comprar porque era una buena oferta. Para ti, puede ser ir al centro comercial a mirar escaparates o comprar en línea cuando estés aburrido. Es importante conocer nuestros hábitos de compra y establecernos para el éxito. Es increíblemente difícil resistir el impulso de comprar si es un hábito arraigado, por lo que puede ser útil salir completamente de la situación.
2. Compra en tiendas de segunda mano o consignación
Esta es una forma realmente excelente de comprar artículos de alta calidad a un precio muy bajo. Si siento que necesito algo en mi guardarropa o tengo que reemplazar un artículo, siempre trato de buscar en las tiendas de segunda mano primero. Aquí en Maui no tenemos muchas, pero las que siempre visito son increíbles. Presto atención a la calidad de la ropa, observando la construcción de la prenda, las costuras y asegurándome de que esté hecha de materiales naturales como algodón y lino, que tienden a durar mucho más. También me aseguro de que la prenda haya sido bien cuidada. Además de comprar en estas tiendas vintage, trato de donar mi ropa usada en ellas. Esta es una buena manera de reciclar artículos útiles que de otro modo podrían terminar en vertederos.
3. Aprende a ser creativo con tu ropa
Estoy siempre sorprendida de cuántos conjuntos puedo crear simplemente mezclando y combinando y accesorizando mis outfits. Esto puede refrescar instantáneamente el look sin tener que gastar dinero extra. Pinterest es una gran fuente de inspiración para mi. Puedo buscar cualquier artículo en mi armario y muestra tantos looks e ideas diferentes que puedo probar. Es muy divertido y una buena manera de ser creativo y aprovechar al máximo nuestra ropa.
4. Haz una lista de deseos
Las listas de deseos no están sobrevaloradas, son una herramienta muy simple pero poderosa que nos ayudará a tomar decisiones cuidadosas al comprar. Yo uso una aplicación llamada Shop Tagger y cuando estoy comprando un artículo nuevo lo etiqueto y lo pongo a prueba con el tiempo. Me he dado cuenta de que o cambio de opinión o termino no necesitándolo en absoluto. Esto me ha ayudado a evitar decisiones irracionales y compras impulsivas que les suceden a todos.
5. Conoce tu estilo personal y tu estilo de vida
La construcción de un guardarropa no sucede de la noche a la mañana. Aún estoy conociendo mi estilo personal, pero disfruto cada paso del proceso. Presto atención a qué forma, color, corte y tamaño me quedan bien para no cometer errores. También prestar atención a mi estilo de vida ha sido fundamental en mis compras. Trabajo principalmente desde casa, así que estoy en interiores la mayor parte del tiempo o si no, estoy fuera con mis perros explorando la isla, por lo que mi guardarropa refleja esto: muy casual y relajado. Conocer nuestro estilo personal nos ayudará a reducir nuestros gastos solo a lo que nos queda bien y se adapta a nuestro estilo de vida.
Cada camino hacia un armario consciente será diferente, pero si nos tomamos nuestro tiempo y adoptamos algunos de estos hábitos de moda lenta, creo que no solo veremos un impacto directo, sino que también podemos influir en el camino de los grandes minoristas.