Constantemente pienso en cómo vivir una vida más equilibrada, me inspiran aquellos que eligen vivir estilos de vida alternativos, ya sea extremos o sutiles, y creo que por eso me siento tan atraído por el minimalismo. Es un concepto de vida que parece rechazar nuestra sociedad altamente materialista y cuestionar el statu quo de lo que implica vivir una vida feliz y plena. Es hermoso y inspirador ver cómo las personas interpretan el minimalismo a su manera.
No importa cómo decidamos abordarlo, creo que todos buscamos esencialmente lo mismo: vivir una vida más simple y feliz. Nunca ha sido un mejor momento para reflexionar sobre nuestras vidas, y eso es exactamente lo que he estado haciendo en los últimos meses. Tengo que admitir que es realmente incómodo ver todas las cosas que acumulé a lo largo de los años.
Tengo más ropa en mi armario de la que podría usar, libros que he coleccionado y que solo están acumulando polvo y ni siquiera tengo tiempo para leerlos. Sin mencionar el dinero que invertí en comprar todas estas cosas que en realidad me aportaron muy poco valor.
Llegué a un punto en el que podría seguir por este camino y seguir gastando dinero sin pensar, o podría elegir abordar y adoptar un estilo de vida diferente en el que no me enfoque tanto en estas cosas materiales. Por eso estoy explorando un estilo de vida minimalista.
El minimalismo no es para todos, es solo un concepto de vida, y si prosperas siendo maximalista o disfrutas de la variedad, no hay nada de malo en eso. Pero si te sientes identificado conmigo y sientes que estas cosas en tu vida se están convirtiendo en una carga, tal vez el minimalismo sea algo que también podrías empezar a explorar.
Para mí, tener un número establecido de artículos no me acercará más a mi objetivo. Realmente quiero reconstruir la forma en que veo las cosas, y esto significa que será más un cambio de mentalidad. Para guiarme en este viaje hacia un estilo de vida minimalista, recurro al budismo en busca de inspiración.
Minimalismo y la filosofía budista
Hay una gran correlación entre el budismo y el principio fundamental del minimalismo, y podemos aprender mucho de la historia de Siddhartha Gautama. Siddhartha fue un príncipe que abandonó su reino y renunció a la vida materialista en busca de un viaje espiritual. En su camino, descubre diferentes enfoques de vida, donde aprende a liberarse de los deseos mundanos.
Pasar un tiempo privándose de alimento y sueño casi lo hace colapsar, pero llega a una revelación. Se da cuenta de que estos estilos de vida extremos de autodeprivación y autoindulgencia en realidad no lo ayudaron a encontrar el camino hacia la iluminación. Aquí es donde surge la idea del término medio, el «camino del medio».
Necesitamos ciertos artículos en nuestras vidas para sobrevivir en nuestro día a día e incluso mejorar la calidad de vida, pero si nos aferramos demasiado a ellos o les damos demasiado significado, pueden causarnos más daño que beneficio. Y creo que es aquí donde el concepto del camino del medio realmente puede ayudarnos.
Practicar el minimalismo con moderación se verá diferente para cada persona. Para algunos, puede significar reducir al mínimo absoluto, y para otros, simplemente ajustar sus hábitos de gasto. Pero cuando encontramos nuestra versión del minimalismo, creo que nos ayuda a encontrar valor en las cosas que ya tenemos y a ser más conscientes de las compras futuras, y nos ayuda a avanzar.
La metáfora del bote
Hay una historia sobre un hombre que camina por un sendero y se encuentra con un río. Recoge hierba, ramitas y ramas y las ata juntas para hacer una balsa. Una vez que cruza el río, no quiere dejar el bote atrás porque se ha apegado a él, así que lleva su bote consigo en su viaje, lo que finalmente le causa dolor y sufrimiento.
La posición budista sobre el materialismo es muy pragmática. Entiende que necesitamos ciertas cosas en nuestras vidas para sobrevivir y prosperar en nuestra sociedad. Sin embargo, cuando nos apegamos demasiado a estas cosas, es cuando puede volverse problemático.
Es debido a esta noción budista de que nada dura para siempre y que la pérdida es inevitable, que viene el sufrimiento. Hay una guía completa sobre cómo desprendernos de esos deseos mundanos en las Cuatro Nobles Verdades y también esto nos lleva a seguir el sendero óctuple. Pero creo que eso es para otro artículo.
Creo que no debemos preocuparnos demasiado por las reglas y simplemente debemos adoptar los conceptos para ver qué podemos aplicar a nuestras propias vidas. La metáfora del bote realmente me habló, porque es un gran ejemplo de cómo las cosas pueden convertirse en una carga en nuestras vidas si no sabemos cómo soltarlas.
Es una buena práctica hacerse esta pregunta con frecuencia: ¿esto aporta valor a mi vida? Esto no se aplica solo a las cosas, sino también a las personas, ideas y hábitos. Todo lo que traemos a nuestras vidas debe ser constantemente desafiado para ver si nos beneficia o si nos daña.
Esta pregunta puede guiarnos para enfocarnos en lo que necesitamos y lo que debemos dejar ir. Siempre me ha atraído el budismo porque enfatiza que si queremos cambiar algo en nuestras vidas, debe comenzar con nosotros: es la disciplina de la mente. Podemos hacer el acto de soltar o hacer una limpieza, pero si todavía anhelamos esas cosas, no nos hará ningún bien.
Creo que por eso un cambio de mentalidad será la herramienta más poderosa para comenzar tu viaje hacia el minimalismo. Estoy utilizando mucha inspiración del budismo para comenzar mi camino hacia el minimalismo, pero no hay una plantilla sobre cómo ser un buen minimalista. Así que espero que puedas encontrar tu propia inspiración y no te olvides de divertirte experimentando.