Sabemos que tenemos el poder de detener nuestra trayectoria de vida actual y comenzar de nuevo, lo cual es poderoso. Aunque cada día es un nuevo comienzo, no hay mejor momento que el Año Nuevo para reiniciar nuestras vidas. En este momento, todos reflexionamos sobre nuestras metas, prioridades y valores, y reflexionamos sobre la dirección que estamos tomando.
A menudo imaginamos que para comenzar de nuevo tenemos que alejarnos, renunciar a nuestros trabajos y relaciones, y hacer otros cambios drásticos en la vida. Pero no es necesario llegar a esos extremos. Si has visto alguno de mis otros artículos, sabrás que prefiero los cambios pequeños y simples que generan resultados significativos.
Esto significa realizar ajustes pequeños, como aumentar el espacio entre nosotros y lo que nos retiene, configurar intencionalmente nuestro entorno para guiar nuestros hábitos y adoptar nuevas perspectivas. Reiniciar nuestra vida es efectivo porque nos recuerda nuestro poder para tomar el control y determinar el curso que queremos seguir.
Aquí hay cinco cosas que puedes agregar a tu rutina de reinicio y que podrían transformar tu vida:
- Dejar ir aquello que ya no nos sirve,
- Cambiar nuestras narrativas internas,
- Establecer una intención en lugar de metas específicas,
- Cambiar nuestro entorno para cambiar nuestros hábitos,
- Crear sistemas para lograr nuestros objetivos.
La forma en que nos percibimos a nosotros mismos y las ideas que nos contamos a nosotros mismos desempeñan un papel importante en cómo pensamos y avanzamos en el mundo. A menudo nos aferramos a ciertas narrativas debido a nuestras experiencias y antecedentes, pero esto nos limita en lugar de permitirnos crecer y evolucionar.
Entonces, ¿hay algo que siempre hayas creído sobre ti mismo y que ya no te sirva? No hay razón para aferrarte a ello. Recuerda que podrías estar obstaculizando tu propio camino hacia una vida plena. Deja ir esas creencias limitantes y permítete vivir al máximo.
En lugar de establecer metas específicas para el nuevo año, considera establecer una palabra que guíe tus intenciones. Una palabra como «abundancia» puede marcar la diferencia en cómo te presentas al mundo y cómo te abres a nuevas experiencias. Al igual que las metas, las intenciones son importantes para nuestro crecimiento personal y actúan como una brújula interna en los desafíos y situaciones que surgen a lo largo del año.
Nuestro entorno juega un papel importante en nuestros comportamientos. Al prestar atención a cómo nos movemos a lo largo del día, podemos ver cómo nuestro entorno físico influye en nuestros hábitos diarios. Cambiar nuestro entorno puede llevar al cambio de nuestros hábitos. Pequeños cambios en la configuración de nuestro lugar de trabajo o dormitorio pueden tener un impacto significativo en cómo nos sentimos y realizamos.
Por ejemplo, reorganizar tu oficina puede crear un mejor entorno de trabajo y ayudarte a concentrarte más. Puedes agregar una estación de carga para tu teléfono durante la noche para dormir sin interrupciones o agregar una lámpara al lado de tu cama para leer antes de dormir. Diseñar un entorno mejor para ti puede significar diseñar una vida mejor.
Crear sistemas es la clave para reestructurar nuestras vidas. En lugar de solo establecer metas, construimos hábitos consistentes que nos ayudan a avanzar hacia nuestros objetivos. Como crear nuevos sistemas puede resultar abrumador, centrémonos en lo que está dentro de nuestro control y establezcamos hábitos más pequeños que nos lleven a logros más grandes. Por ejemplo, en lugar de querer hablar con fluidez portugués, podemos aprender tres palabras nuevas cada día.
Creo que cada día es una oportunidad para reiniciar nuestra mente, cuerpo y emociones. Tener una forma efectiva y saludable de hacerlo como parte de nuestra rutina diaria es crucial. Algunas de mis formas favoritas de reinicio son salir a caminar, hacer ejercicios de respiración, leer durante 20 minutos, escuchar podcast, abrazar a mis perros y simplemente no hacer nada sin sentirme culpable. Estos reinicios diarios nos permiten ganar perspectiva fresca y recargar nuestras energías.
No podemos borrar lo que ha sucedido en el pasado, pero no tenemos que llevar la carga de todo eso al día siguiente. No hay vergüenza en comenzar de nuevo. De hecho, creo que se requiere mucho coraje y autoconocimiento para reconocer cuando necesitamos reiniciar nuestra vida. A veces, es justo lo que necesitamos para encontrar un sentido renovado de propósito y significado en nuestras vidas.