La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune. La tendencia puede ser heredada dentro de la familia, pero aún no se conoce la causa específica de su desarrollo. Sin embargo, existe una buena posibilidad de que el problema se pueda prevenir con unos pocos pasos.
Se debe tener precaución después de la menopausia.
La AR no es curable, pero el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son importantes para reducir los síntomas y mantener una buena calidad de vida. Se debe tener precaución durante la menopausia, ya que los niveles altos de estrógeno pueden contribuir a la aparición de los primeros síntomas de la AR. Varios estudios han confirmado que los primeros signos de la enfermedad aparecen durante la menopausia, y que los síntomas de la enfermedad ya desarrollada se exacerban debido a los cambios hormonales, destaca la experta.
- malestar general, letargo, fatiga
- anorexia, pérdida de peso
- articulaciones dolorosas e hinchadas (dolor primero en las manos y luego en los tobillos, inicialmente solo en un lado del cuerpo)
¡Deja de fumar!
Al igual que con la mayoría de la prevención de enfermedades, dejar de fumar es muy importante en la AR. En el caso de una predisposición hereditaria, el humo del tabaco aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad desde edades tempranas , por lo que es muy importante que el hogar esté libre de humo. Además, fumar perjudica la eficacia del tratamiento, por lo que conviene dejar de hacerlo de inmediato si la enfermedad ya se ha desarrollado, recomienda el inmunólogo.
Una muñeca hinchada y dolorosa puede incluso indicar artritis reumatoide
¡Vivamos sanos!
La obesidad también aumenta el riesgo de desarrollar AR y hace que el tratamiento sea tan difícil como fumar. Por lo tanto, para prevenirlo, es importante tener cuidado de mantener un peso corporal normal. Esto requiere ejercicio regular y una dieta bien formulada. Según un estudio, una dieta antiinflamatoria ayuda a aliviar los síntomas de una enfermedad preexistente.
Es importante proteger la flora intestinal
El procesamiento del estrés también puede ayudar
Desde el trauma infantil hasta nuestra estresante vida cotidiana, todo afecta la aparición de la AR. Un período más estresante, por ejemplo, puede provocar otro brote en pacientes asintomáticos. En muchos casos, no tenemos la oportunidad de eliminar el estrés, pero establecer una agenda conscientemente, que incluya tiempo para descansar y relajarse, y dominar las técnicas de reducción del estrés puede ayudar a combatir los efectos nocivos. Por lo tanto, se debe considerar el equilibrio mental cuando se trata la AR, explica el experto.