¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles sobre algunos hábitos de compra intencionales que han cambiado por completo la forma en que compro en este viaje minimalista.
Sabía que no era realista ni sostenible dejar de comprar por completo, así que en su lugar, necesitaba examinar mis hábitos de consumo para maximizar mi poder adquisitivo y obtener el máximo valor de mis compras.
Es bastante surrealista pensar en el dinero y el tiempo que gasté en cosas innecesarias. Solía llegar a casa exhausta después de un largo día de trabajo y compraba por aburrimiento, tratando de compensar la insatisfacción que sentía. Tenía esta necesidad insaciable de añadir cosas a mi casa o a mi armario, que ya estaba desbordado.
Recuerdo que en un punto tenía entregas de paquetes a mi puerta casi todas las semanas. Mirando hacia atrás, era una mini escapada de mi realidad. Era una forma fácil y rápida de apagar mi cerebro y construir esta vida imaginaria.
Ahora, sinceramente, no siento la necesidad de comprar y no me emociono por adquirir cosas nuevas. Sin embargo, cuando necesito comprar algo, me gusta implementar estos hábitos de compra intencionales para ser una compradora astuta e inteligente.
Así que, sin más preámbulos, aquí les presento mis consejos.
1. Piensa en el costo de oportunidad
El costo de oportunidad es lo que debemos renunciar para obtener lo que deseamos. Pensar en el costo de oportunidad es crucial, ya que nos hace más conscientes de cómo estamos gastando nuestro tiempo, dinero y recursos limitados. Por ejemplo, si gasto cincuenta dólares en una camisa, estoy renunciando a la oportunidad de usar esos cincuenta dólares en comestibles, gasolina, facturas y todo lo demás.
No podemos tener todo lo que queremos en la vida, por lo que cuando elegimos algo, necesariamente tenemos que renunciar a otras cosas. Pensar en diferentes formas de utilizar nuestros recursos puede ser una guía en la toma de decisiones y nos ayudará a hacer las mejores elecciones con nuestros recursos valiosos y limitados.
2. Investiga y evalúa tus compras
Si necesito comprar algo, me aseguraré de investigar con anticipación. Verificaré las reseñas para asegurarme de que no se pueda encontrar el mismo producto a un precio más bajo y también investigaré las marcas y empresas de las que estoy comprando. Si puedo utilizar mi dinero para apoyar la economía local, empresas que respalden prácticas éticas y pequeños negocios, siempre tomaré ese camino.
Hay muchos sitios web allá afuera que pueden guiarnos para tomar las decisiones correctas. Por ejemplo, Good On You es una fuente confiable para calificaciones de marcas de moda sostenible y ética. Ethical Elephant y Cruelty Free Kitty son recursos excelentes para productos libres de crueldad y veganos.
Cómo y dónde gastamos nuestro dinero realmente importa y, si tenemos la capacidad financiera, pienso que es importante apoyar prácticas comerciales que se alineen con nuestros valores.
3. Evita las compras impulsivas
Las compras en línea han cambiado para siempre nuestra sociedad. Para mí, que vivo en una isla en medio del Pacífico, es increíble poder obtener cualquier cosa que desee con solo un clic. Sin embargo, también creo que ahora es más fácil que nunca hacer compras impulsivas y comprar cosas que no necesitamos realmente.
Por eso, tener una lista de deseos es tan importante para mí. Utilizo sitios web como Shop Tagger para crear una lista de deseos de las cosas que quiero comprar, pero espero un tiempo antes de hacer la compra. Además, puedo establecer el precio al que estoy dispuesto a pagar por un artículo en particular y recibiré una notificación si el precio baja por debajo de ese límite.
Desde que comencé a mantener una lista de deseos, me he dado cuenta de que no tengo arrepentimientos de compra y termino eliminando muchas cosas de la lista de todas formas.
4. Toma tu tiempo antes de comprar
He tenido mi parte justa de compras impulsivas, pero lo cierto es que podría haberlas evitado fácilmente si me hubiera dado tiempo para pensarlo primero. Dependiendo de la magnitud de la compra, podemos esperar una noche, 24 horas o incluso 30 días antes de hacer la compra.
Durante este tiempo, podemos hacernos algunas preguntas clave para ver si el artículo valdrá la pena.
Por ejemplo, ¿cuántas horas necesitaré trabajar para comprar este artículo? ¿Este artículo se ajusta a mi estilo de vida diario? ¿Cuánto uso le daré a este artículo? Estas preguntas me ayudan a poner las cosas en perspectiva y me guían para tomar decisiones racionales.
5. Una entrada, una salida
Este sistema de «una entrada, una salida» es excelente para disciplinarme y asegurarme de mantener el desorden bajo control. La forma en que funciona esta regla es que por cada artículo que compremos, debemos eliminar un artículo similar de nuestro hogar.
Por ejemplo, por cada camiseta nueva que vaya al armario, tiene que salir una antigua; lo mismo con los zapatos para correr, etc. Saber que tengo que deshacerme de un artículo de mi hogar cuando compro algo nuevo me hace reconsiderar la compra del nuevo objeto en su totalidad.
Quiero decir, si ya tengo algo similar en casa, ¿es realmente necesario comprar uno nuevo para reemplazarlo? Y saber que tengo una energía, tiempo, dinero y recursos finitos me hace ser muy selectiva con cómo elijo usar esos recursos.
6. Desafío de no comprar
Si tienes un problema de compras compulsivas, podría ser muy útil hacer un desafío de no comprar. Puedes establecer tus propias reglas, puede ser por una semana, un mes o incluso un año, y durante ese tiempo el objetivo es evaluar realmente nuestros hábitos de compra y vivir de manera más consciente con lo que ya tenemos en nuestros hogares.
Este desafío también tiene otros beneficios, como la oportunidad de pagar deudas que acumulamos durante las vacaciones y obtener perspectiva sobre lo que realmente necesitamos.
Podemos utilizar los ahorros extras para alcanzar otros objetivos, como construir un fondo de emergencia o pagar deudas existentes. Puedes establecer tus propias reglas, pero la clave es estar comprometido y saber por qué comenzaste este desafío en primer lugar.
Cuéntenme en los comentarios si tienen algún hábito de compra intencional que les gustaría compartir.