Fantasías: ¿normales o no?

Del fetichismo al cerebro: ¿Es normal excitarse con objetos inanimados o partes del cuerpo no genitales? Aunque existen numerosos deseos sexuales y fetiches interesantes, la atracción hacia objetos o partes del cuerpo no vivas es un fenómeno normal dentro del cerebro. Nuestros gustos se generan a través de procesos cognitivos, emocionales y físicos. Estudiar los fetiches es un desafío, pero gracias a un estudio en grupos de Yahoo se descubrió que los fetiches más comunes no solo involucran partes del cuerpo, sino también objetos asociados a ellas, como zapatos o auriculares. Sin embargo, el fetiche más común son los pies y los dedos.

El cerebro muestra una base neurológica para el fetiche de pies. Un mapa visual muestra que las áreas del cerebro dedicadas al procesamiento sensorial de pies, dedos y genitales están físicamente contiguas entre sí. Un estudio demostró esta conexión al observar a un hombre que, tras una lobectomía temporal parcial, dejó de padecer convulsiones y eliminó su fijación sexual por los alfileres de seguridad. Las fantasías sexuales suelen desarrollarse durante la infancia, momento en el que hay mayor formación de sinapsis y neurogénesis en el cerebro.

El aprendizaje de las preferencias sexuales, denominado impronta sexual, ocurre durante nuestra juventud y se ve influenciado por aquellos que nos criaron y nuestras primeras experiencias. Un estudio encontró que las hijas adoptadas tienen más probabilidades de elegir parejas con rasgos faciales similares a los de sus padres adoptivos si tenían una relación emocionalmente sólida con ellos. Sin embargo, en el caso de los fetiches, la impronta sexual puede ser con objetos. Un estudio con ratas mostró que aquellas que usaron una chaqueta de velcro durante su primera experiencia sexual solo podían lograr la excitación con dicha chaqueta.

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En cuanto a rarezas en humanos, la investigación es escasa y, en el pasado, a menudo se catalogaban como trastornos mentales. Sin embargo, la ciencia moderna muestra que tener deseos y fetiches sexuales es una parte normal de ser humano, siempre y cuando no dañe a uno mismo ni a nadie más. Los gustos sexuales particulares y fetiches pueden ser únicos para cada individuo y su experiencia. Siempre y cuando formen parte de una vida sexual saludable, pueden ser aceptados y disfrutados sin ningún problema.

 

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