Para evitar decepciones, es una buena idea discutir los siguientes temas con nuestra pareja.
¿Vamos solo por nuestra pareja?
Lo primero y más importante es tenerlo claro: ¿realmente queremos involucrar a una tercera persona en nuestra vida en común, o sólo estamos cumpliendo los deseos de nuestra pareja? Es importante ser consciente de que un trío puede cambiar fundamentalmente nuestra relación. Es posible que nuestra pareja sienta más de lo debido por la tercera persona, y que nos sintamos celosos si vemos a nuestro amante complaciendo a otra persona. Si no estamos mentalmente preparados y decididos al cien por cien, puede que la experimentación sólo nos traiga decepciones. Si sentimos que nuestra pareja nos presiona para que le sigamos la corriente, puede ser una señal de que algo no va bien en nuestra relación.
¿Qué queremos obtener de la experiencia?
Si pensamos y reconocemos nuestra motivación, esto también puede ayudarnos a adoptar el enfoque correcto. Por ejemplo, un trío puede ser una oportunidad segura para experimentar estar con alguien del mismo sexo, o para ampliar los límites de tu relación con tu pareja. Si nosotros (y nuestra pareja) podemos identificar exactamente lo que queremos obtener de la experiencia, nos ayudará a ajustar nuestras expectativas a la realidad. Pero si no estamos seguros de nuestras motivaciones, quizá debamos posponer la idea.
¿Hasta dónde se puede llegar en el trío?
¿Puede funcionar una relación si el sexo es malo?
Un trío puede incluso acercar a las parejas: por ejemplo, puede ayudar a las personas a tener una comunicación abierta y honesta sobre sus necesidades sexuales. Pero también puede abrir una brecha entre dos socios si uno cruza un límite con el otro que es inaceptable para éste. Aunque no siempre es fácil hablar de nuestros deseos sexuales antes de involucrarnos, es importante establecer algunas reglas para que la otra persona sepa qué es aceptable y qué es cruzar una línea.
¿Es la relación lo suficientemente sólida?
No te involucres en un trío como una forma de intentar revivir una vida sexual ya moribunda. Si su relación, y su vida sexual, no tienen una base sólida, un trío no ayudará, y lo más probable es que cause más problemas.
¿Confiamos en el tercero?
Es importante tener un tercer compañero con el que nos sintamos seguros y cómodos y que sepamos que respetará nuestra relación. Pero si quieres mantener esa experiencia para ti, es mejor que no elijas entre tu círculo inmediato de amigos.
¿Cómo encajará el tercero en la relación?
Algunas parejas sólo quieren una experiencia puntual, mientras que otras traen regularmente a la misma persona a sus interacciones, por lo que es importante sentarse con su pareja antes de empezar y discutir exactamente cómo encajará la tercera persona en su relación. Por supuesto, el acuerdo puede evolucionar más adelante -por ejemplo, si lo que se piensa que es algo puntual se convierte en algo habitual-, pero aún así debe ser acordado por ambas partes.
Pero tampoco hay que olvidar al tercero. A menudo ocurre que las parejas no tienen en cuenta las necesidades y expectativas del tercero, pero este paso es esencial si queremos que la experiencia sea realmente agradable para todos.