Música puede realmente establecer un estado de ánimo. Un poco de música clásica o jazz puede relajar todo el cuerpo, mientras que la música rock puede aumentar la energía para una noche en la ciudad. Pero si la música puede aparentemente mejorar la mentalidad o ayudar a resistir la fatiga mental, también puede afectar el rendimiento atlético.
El poder de la música sincronizada
El término música sincronizada se refiere a canciones con un ritmo fuerte que coinciden con los movimientos repetitivos de un deporte. Este tipo de música lleva a un mayor rendimiento en los atletas, especialmente en deportes que involucran resistencia con movimientos rítmicos o repetitivos.
En estudios, se observó que los atletas que escuchaban música pop durante el entrenamiento o calentamiento tenían una mayor frecuencia cardíaca y mayor potencia muscular en comparación con aquellos que entrenaban sin música.
Beneficios cognitivos y emocionales
La música actúa tanto como un estimulante cognitivo como físico, especialmente cuando tiene un significado personal para el individuo. Para los atletas que sufren de ansiedad precompetitiva, la música puede mejorar el estado de ánimo, la autoestima y la confianza. Incluso durante la competencia, la música puede ayudar a desviar la atención del atleta, alejándola de las sensaciones de fatiga.
La música también puede mejorar la imaginación mental, una técnica en la que los atletas se imaginan a sí mismos dominando un deporte antes de la competencia. Esta mentalidad es crucial para todos los atletas, especialmente antes de eventos importantes.
El mejor tipo de música
Casi todos los estudios encontraron que escuchar música, independientemente de la composición o velocidad, mejora el rendimiento en comparación con no escuchar música. Sin embargo, la música con un ritmo animado de más de 120 pulsaciones por minuto produce las mayores mejoras. La ciencia dice que hacer una lista de reproducción llena de tus canciones favoritas y animadas puede ayudarte a superar a la competencia.
