Millones de abortos ocurren anualmente en todo el mundo y, aunque las opiniones sobre el tema son fuertes, muchos no saben cómo funcionan realmente. Independientemente de si estás a favor o en contra, es importante entender qué sucede durante un aborto. Los procedimientos varían desde tomar una píldora hasta opciones quirúrgicas, generalmente basadas en la disponibilidad o en qué tan avanzado está el embarazo. El 92% de los abortos legales en Estados Unidos se realizan durante las primeras trece semanas de gestación.
Aborto con medicamentos
La píldora oral es efectiva hasta 49 días después del último período menstrual. Esta píldora bloquea la hormona progesterona, que promueve la relajación del músculo liso en la pared uterina durante el embarazo. Al bloquear esta hormona, la píldora provoca contracciones uterinas y la expulsión del embrión, similar a un período menstrual intenso.
Aspiración al vacío
Este procedimiento quirúrgico se utiliza generalmente hasta las 16 semanas después de la concepción. Se realiza bajo anestesia local o general. Se adormece y se dilata el cuello uterino lo suficiente como para insertar un tubo delgado en el útero, que succiona el contenido.
Dilatación y curetaje (D&C)
Este método se utiliza cuando el embarazo está entre las 12 y 24 semanas. Primero, se dilata el cuello uterino con pequeños instrumentos o medicamentos, y luego se utiliza un curette para eliminar el contenido del útero.
Dilatación y evacuación (D&E)
Este método se utiliza cuando el embarazo está entre las 12 y 24 semanas. Primero, se dilata el cuello uterino usando dilatadores que se insertan un día antes de la cirugía. Luego, se extraen los tejidos fetales y placentarios mediante aspiración al vacío, fórceps y curette.
La decisión de realizar un aborto después de las 24 semanas es extremadamente rara y generalmente se debe a anomalías fetales graves. Cuando los abortos son legales y se realizan siguiendo las normas médicas, son uno de los procedimientos más seguros en medicina, con tasas de mortalidad inferiores a 1 por cada 100,000 procedimientos. El riesgo de muerte asociado al parto es 14 veces más alto en mujeres que el de un aborto.
Existen mitos sobre el aborto, como que está vinculado a un mayor riesgo de cáncer o dificultades para concebir o llevar un embarazo posterior. Sin embargo, estas afirmaciones han sido refutadas por extensas investigaciones médicas.
Los abortos inseguros, practicados por personas sin las habilidades necesarias o en un entorno que no cumple con los estándares médicos, causan aproximadamente 68,000 muertes de mujeres al año y cinco millones sufren discapacidad temporal o permanente. Los métodos utilizados van desde ingerir soluciones tóxicas hasta insertar cuerpos extraños en el útero o causar traumas. La Organización Mundial de la Salud ha calificado los abortos inseguros como una pandemia prevenible.
Las leyes que limitan el acceso al aborto o lo prohíben no reducen el número de abortos. En los países donde el aborto es ilegal, la incidencia de abortos inseguros es similar. Un estudio del 2011 encontró que en Texas, las leyes estatales antiaborto se correlacionaban con una menor tasa de abortos en el estado. Sin embargo, estos resultados no tuvieron en cuenta a las mujeres que viajaban a otros estados con leyes menos restrictivas para someterse a un aborto.
Por otro lado, los investigadores han descubierto que la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos reducen el número de abortos al minimizar los embarazos no deseados. Esto se ve reflejado en la disminución significativa de las tasas de aborto en el mundo desarrollado desde 1990.
En definitiva, el acceso a abortos legales contribuye a la seguridad y la salud de las mujeres.